Un hermoso sueño de hacer una sociedad con un amigo o familiar, puede transformarse en una pesadilla aterradora. De usted depende.
En nuestro despacho nos hemos encontrado con verdaderas historias de terror, originadas por malas planeaciones a la hora de hacer negocios, sobre todo con familiares y amigos. Todas esas historias de terror tienen origen en una misma causa: la falta de asesoría legal a la hora de iniciar el negocio.
Una vez tras otras, llegan a nuestro despacho pleitos entre socios y en no pocas ocasiones, hemos tenido que decirle la cruda realidad a nuestro cliente: “Señor cliente, está usted perdido, le recomendamos aceptar lo que le ofrezcan”.
Por supuesto que no nos gusta darle malas noticias a nuestros clientes. No nos gusta perder asuntos, ni nos quedamos satisfechos si no podemos encontrar una forma legal de aliviar sus preocupaciones legales. Además, en no pocas ocasiones vemos una clara injusticia en la forma como lo está tratando su socio.
Aunque en el 90% de los casos, encontramos una forma de “revivir al muerto”, en ese 10% restante es imposible hacerlo. Si usted no quiere ubicarse en ese 10%, la recomendación es simple: Contrate buenos abogados desde que va a iniciar la sociedad. Si no lo hace así, puede transformar su sueño en una pesadilla.