Siempre he pensado que los políticos, sobre todo cuando andan en campaña, se llevan de calle a cualquier animal que nos asombra con su capacidad para cambiar de apariencia, como el camaleón, por ejemplo.

Solo que los políticos no cambian de apariencia (bueno, algunos sí) sino de ideales, aunque hay quienes sostienen que un político no tiene ideales, sino intereses y se van para donde mejor les convenga.

A finales del sexenio pasado, una de las muchas cosas que el actual Gobernador le echó en cara al que iba de salida, era que quería regalar notarías a sus cuates y por eso había cambiado la ley del notariado.

Después de varios amparos patrocinados por nuestro despacho, que dieron origen a jurisprudencias de la Corte muy interesante, se logró evitar que se regalaran notarias.

Se esperaba que el actual Gobernador modificara la ley del notariado que había sido cuestionada con los amparos y… tómala… nada de eso, parece que así la va a dejar y, de pasada, todo parece indicar que la utilizará para regalar notarías.

Ya que no lo pudo hacer el que iba de salida, el actual aprovechará la «recta» y las regalará a sus cuates.

En la lista de aspirantes a notarios, hay quienes tienen méritos más que suficientes para merecer el fiat (así se llama la autorización que les dan), por desgracia se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Ya que el Gobernador va a regalar notarias, de perdida que las regale a quienes sí se las merecen.

Pero en esa lista, también hay aspirantes cuyo único mérito, gritado a los cuatro vientos por ellos mismos (si así son ahorita, imagínese si serán capaces de guardar el secreto profesional como notarios) es ser amigos del Gobernador, políticos o hijos de políticos en activo o en la banca, ex compañeros de escuela del Presidente de la República, etc.

Se anticipa que volverán a presentarse amparos y juicios de nulidad contra las decisiones del Gobernador ya que, en los amparos anteriores, no se entró al fondo de si la ley combatida era constitucional o no, solo se dijo que no era momento de estudiar ese tema.

Por lo tanto, será ahora que el Gobernador empiece a regalar notarías o asignarlas a quienes si las merecen, cuando empezarán las nuevas batallas legales.

Es una lástima que el Gobierno actual no haya aprendido la lección que le dieron al gobierno anterior. Los intereses, la soberbia, el poder que marea, no son buenos consejeros legales.

Este tipo de cosas me recuerda la película: «México, México, ra, ra, ra», si no la ha visto, hágalo, se va a reír muchísimo y se va a sorprender de que todo siga exactamente igual. Y ya de pasada, sígale con «La ley de Herodes» que ilustra a la perfección el mundo político en que vivimos. Como dicen: cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia.

Por: David Cristóbal Álvarez Bernal*

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*Socio Director de Bufete Álvarez y Asociados y Presidente del Consejo Directivo de Acciones Colectivas de Sinaloa, A. C.