Una, otra, otra y otra vez, nos enteramos que los servidores públicos federales, estatales y municipales, se roban el dinero público para fines personales, cometen tráfico de influencias, otorgan permisos ilegales a cambio de “mordidas”,  desvían los recursos públicos para destinos no autorizados, usan sus puestos para darles chamba a sus parientes y amigos, etc.

Y a pesar de lo anterior ¡Nada les pasa!, es más, en ciertos casos hasta ¡Les vuelven a dar hueso! Y obviamente vuelven a las mismas andadas dado que las malas costumbres no se quitan fácilmente y menos si se trata de robarse el dinero público y llenarse las bolsas con tráfico de influencias y corrupción.

A pesar de lo anterior, nadie hace nada (salvo quejarnos) y a los pocos que lo hacen los tachan de locos y quedan expuestos a las represalias del “poder público” dado que, con “lo ratero y corrupto” viene de la mano lo “abusivo, rencoroso y prepotente”.

¿Es un panorama desagradable verdad? Sin embargo, déjeme decirle que como ciudadanos, “no estamos mancos” y, si sabemos usar las herramientas legales que tenemos a la mano, podemos lograr cambios positivos. Solo se trata de buscar el apoyo legal de abogados talentosos que estén hartos de este cochinero de impunidad y quieran cambiar las cosas.

¿A poco no le gustaría que metieran al bote a los servidores públicos que se roban el dinero que pagamos de impuestos? ¿No le gustaría que los hicieran regresar lo que se robaron? ¿Le gustaría que nunca  pudieran agarrar otro “hueso”? ¿Qué no se gasten el dinero en viajecitos y comiditas? ¿Qué paguen los daños y perjuicios que nos causan por negligentes  o abusivos?

Podemos hacerlo, tenemos mucha tela donde cortar pues la regla general es que la mayoría de los servidores públicos son abusivos, corruptos y deshonestos, así que personas a quien demandar van a sobrar, solo se necesita que alguien se anime.

¿Serán los empresarios organizados en las distintas cámaras?, francamente lo dudo porque, salvo honrosas excepciones, regularmente le temen al poder público y/o hacen negocios con ellos, así que tendrá que ser algún ciudadano solitario o una organización civil. Nosotros estamos puestos para ayudar gratuitamente ¿y ustedes?

Por David Cristobal Alvarez Bernal