MAZATLÁN._Las demandas colectivas contra la Jumapam por contaminar la bahía y el arroyo Jabalines avanzaron en su proceso legal y fueron admitidas por los Juzgados correspondientes.
Laura Alicia Aranda Franco, en representación del Bufete Álvarez y Asociados, a cargo de ambos casos, dio a conocer que se trata de las primeras acciones colectivas en Sinaloa que pasan a la etapa de certificación.
«Esto significa que los Juzgados han aceptado dar trámite a ambos juicios, a diferencia de otros que han sido rechazados», expuso.
El primero, que se interpuso en septiembre de 2012 promovido por Acciones Colectivas de Sinaloa, AC, es por arrojar aguas negras al mar sin tratarlas, a través de la deficiente operación de la planta El Crestón.
De acuerdo al auto emitido por la Juez Noveno de Distrito, Elenisse Leyva Gómez, el pasado 14 de marzo, la parte demandante reclama el cese definitivo del daño al medio ambiente en perjuicio de todos los habitantes de Mazatlán y, en segundo lugar, la reparación del mismo.
De no ser posible la restauración, se prevé: «el pago de la cantidad que resulta de estimar la magnitud de los daños ambientales ocasionados, al que deberá depositarse en el fondo que señalan los artículos 624 a 624 del Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC)», se agrega en el documento. El Jabalines: foco expansivo de contaminación.
De igual forma el Juez Octavo Distrito, Miguel Ángel Betancourt Vázquez, admitió la demanda promovida por Acciones Colectivas de Sinaloa, AC, en donde se acusa a la Junta de Agua Potable local de causar polución en el arroyo Jabalines, que atraviesa las colonias Jacarandas y Villa Satélite.
Según el auto expedido este 15 de marzo, los denunciantes argumentan que la resolución en este asunto es urgente toda vez que la salud de los vecinos se encuentra en riesgo, lo que se ha manifestado en la mortandad de peces y en enfermedades de los habitantes.
«Esta solicitud se apoya en el daño ecológico que ya ha causado la demandada (Jumapam) en las aguas fluviales locales, y se traduce en lo siguiente: en la muerte de los peces en el arroyo Jabalines y que son consumidos por los vecinos del arroyo y por todos los habitantes de la ciudad de Mazatlán», continúa el documento legal.
Lo preocupante, según estos fundamentos, es que la contaminación no sólo afecta a los vecinos porque el arroyo Jabalines se desborda cada vez que llueve y propicia la contaminación en colonias cercanas, y en general expone a Mazatlán a un ambiente de contaminación generado en los cuerpos de agua, que se encuentran interconectados.
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Redacción de Sibely Cañedo | Fotografía propiedad de Periódico Noroeste