La forma más eficaz que tienen los particulares (personas físicas o morales) para defenderse de actos abusivos de las autoridades de todo tipo (federales, estatales o municipales), es el juicio de amparo, a través del cual se busca que un Juez Federal “ampare y proteja” a quien presenta la demanda, dejando sin efectos los actos de la autoridad que se están combatiendo.

En los juicios de amparo se trata de proteger las “derechos fundamentales” que otorga la Constitución Federal en beneficio de los particulares, obligando a las autoridades demandadas a respetarlas.

Como ejemplo de juicios de amparo donde un particular solicita la protección del Juez Federal, tenemos los siguientes:

• El cobro de un impuesto (federal, estatal o municipal), por ejemplo el impuesto predial.
• Van a rematar un bien de su propiedad en un juicio del que nunca se enteró y donde no tuvo oportunidad de defenderse.
• Le expropiaron un inmueble o tratan de expropiarlo.
• Le solicitó algo a una autoridad y no le contestan nada.
• Perdió una apelación en un juicio civil o mercantil y quiere combatir la sentencia de apelación.
• Perdió un juicio agrario y quiere combatir la sentencia.
• Perdió un juicio laboral y quiere combatir el laudo.
• Perdió un juicio administrativo o fiscal y quiere combatir la sentencia.
• Lo privan de la propiedad de un inmueble para entregárselo a un Ejido o
• Comunidad y quiere defender su inmueble o lograr que le paguen un valor justo.
• Hay muchísimos ejemplos en los que procede el juicio de amparo, pero con los anteriores tendrá una idea de cuándo puede necesitarlo.

El juicio de amparo requiere de conocimientos especializados y no cualquier abogado puede manejarlo bien, por lo que es muy importante que se asegure de que está contratando a un despacho que cuenta con los conocimientos y habilidades necesarias para representarlo adecuadamente.